- 27 Nov 2024
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Hace poco me contacté con esta kine porque vi su anuncio en SK, donde ofrecía sus servicios por 80 soles la hora. Aunque las fotos del anuncio no eran de confiar, decidí escribirle por WhatsApp para pedirle más detalles y fotos de su cuerpo. Me pareció extraño encontrar una kine nueva en Santa Anita con ese precio economico, así que quería averiguar más. Me comentó que ofrecía todo incluido: besos, oral sin protección, entre otros, y que atendía en hoteles o a domicilio en toda SJL.
Le pedí más fotos porque las del anuncio mostraban ángulos estratégicos, como si escondiera algo. Insistí en ver una foto de frente, pero seguía enviándome imágenes enfocadas en las piernas o el pecho, evitando mostrar su abdomen. Esto me hizo sospechar que podría tener sobrepeso. Para descartarla sin ser directo, le mencioné que estaba camino a Santa Anita y que mejor lo dejábamos para otro día.
Para mi sorpresa, me respondió que estaba en Santa Anita en ese momento. Le propuse vernos en el Tambo, y aceptó. Cuando llegué, le pedí que me describiera su atuendo para reconocerla: me dijo que llevaba un vestido rosado, zapatillas negras y mascarilla blanca. Caminando hacia el Tambo desde el KFC, la vi a lo lejos y cada vez me desilusionaba más. Al estar a unos 10 metros, decidí cambiar de rumbo, guardé mi celular y seguí de largo como si no la hubiera visto.
La chica tenía una apariencia descuidada: era bajita, con una barriga muy pronunciada y un vestido rosado gastado y sucio. Sus zapatillas estaban en mal estado, incluso parecían rotas. No quiero imaginar cómo le oleria la Cuca.
Al revisar nuevamente su anuncio, me di cuenta de que su tarifa había subido a 100 soles. Esto me dejó sorprendido, considerando que su físico horrible y presencia eran bastante descuidados. Les comparto esta experiencia para que cada quien saque sus propias conclusiones. Están advertidos.
Le pedí más fotos porque las del anuncio mostraban ángulos estratégicos, como si escondiera algo. Insistí en ver una foto de frente, pero seguía enviándome imágenes enfocadas en las piernas o el pecho, evitando mostrar su abdomen. Esto me hizo sospechar que podría tener sobrepeso. Para descartarla sin ser directo, le mencioné que estaba camino a Santa Anita y que mejor lo dejábamos para otro día.
Para mi sorpresa, me respondió que estaba en Santa Anita en ese momento. Le propuse vernos en el Tambo, y aceptó. Cuando llegué, le pedí que me describiera su atuendo para reconocerla: me dijo que llevaba un vestido rosado, zapatillas negras y mascarilla blanca. Caminando hacia el Tambo desde el KFC, la vi a lo lejos y cada vez me desilusionaba más. Al estar a unos 10 metros, decidí cambiar de rumbo, guardé mi celular y seguí de largo como si no la hubiera visto.
La chica tenía una apariencia descuidada: era bajita, con una barriga muy pronunciada y un vestido rosado gastado y sucio. Sus zapatillas estaban en mal estado, incluso parecían rotas. No quiero imaginar cómo le oleria la Cuca.
Al revisar nuevamente su anuncio, me di cuenta de que su tarifa había subido a 100 soles. Esto me dejó sorprendido, considerando que su físico horrible y presencia eran bastante descuidados. Les comparto esta experiencia para que cada quien saque sus propias conclusiones. Están advertidos.